Las familias tienen un papel básico en el proceso de crecimiento de nuestros alumnos y son agentes activos, primeros responsables y colaboradores del centro. Además de ser educadores de sus hijos, son también destinatarios de nuestra acción pastoral.
El objetivo de la pastoral familiar es ofrecer a todos los miembros de la comunidad educativa espacios donde sentirse comunidad cristiana, compartiendo su fe y experimentar la escucha y la acogida.
La pastoral familiar pretende favorecer en las familias del centro el crecimiento personal y cristiano facilitando experiencias que les hagan ser transmisores de fe para con nuestros alumnos.
Esto se consigue a través de diferentes ámbitos de actuación:
Queremos que todas y cada una de las familias se sientan parte de nuestra comunidad educativa. Para ello se realizan diferentes actividades, como las entrevistas individualizadas a cada una de las familias que se incorporan al centro, las visitas guiadas o las reuniones de padres en diferentes momentos del curso.
Celebrar nuestra fe es uno de los pilares que la Iglesia católica nos propone desarrollar para nuestro crecimiento espiritual; por ello, nosotros realizamos en el colegio Colegio una serie de celebraciones que se concentran en función de los tiempos litúrgicos fundamentalmente. Buscamos que todos nos sintamos parte de una familia, la marista, que celebra junta sus fiestas más especiales.
Tenemos un compromiso social con nuestro entorno con la sociedad, por eso nuestra Pastoral incluye iniciativas solidarias, colaboraciones con asociaciones y apoyo a los proyectos de educación para el desarrollo a través del grupo de familias solidarias, integrado por familias del centro voluntarias.
Familia y escuela están llamadas, necesariamente, a caminar unidas para alcanzar el objetivo común de la educación integral de los niños y jóvenes. Compartimos una idea: la responsabilidad última en la educación de los hijos la tienen los padres. La familia y el colegio tienen un objetivo común. Ambos desean favorecer el adecuado y completo desarrollo del niño, del adolescente o del joven. Para los padres y madres se trata de su hijo; para el maestro o el profesor se trata de su alumno. Este objetivo común supone el motivo central de la relación entre ambos, familia y escuela.
Los grupos maristas de encuentro son una oferta abierta a todas las personas del entorno marista que sienten deseos de compartir vida y experiencias cristianas en espacios comunitarios, conectados con su día a día y con su misión.
Durante estos años se han formado 3 grupos de profesores y hermanos, así como un grupo de padres/madres interesados en esta experiencia de compartir y reflexionar conjuntamente.
Cada grupo sigue una dinámica en función de los intereses de sus miembros, aunque hay unos materiales comunes para poder ir trabajando, profundizando y avanzando.
Se trata de un espacio muy valorado para tener momentos de desconexión, de mirarse hacia dentro, de hacer un alto en el camino, de oración, de enriquecimiento personal y comunitario.