CUIDAMOS EL MEDIOAMBIENTE MIENTRAS HACEMOS EJERCICIO FISICO
Para los que amamos la naturaleza y nos gusta practicar deporte en ella hay pocas cosas más desagradables que ver basura tirada por los caminos. Lamentablemente, esto sucede demasiado a menudo y se pueden ver botellas de cristal, botellas de plástico, latas, etc., acumulados en los márgenes de los senderos, caminos y pistas forestales. Por encontrarse alejados de zonas urbanas, los servicios de limpieza públicos no llegan a realizar nunca la recogida de estos restos por lo que se acumulan durante años en lugares de alto valor ecológico sin que nunca lleguen a limpiarse.
Cada vez más gente practica deporte al aire libre y eso conlleva un aumento de la presión del hombre en la naturaleza. La mayoría de personas cuidan el monte, pero, por diversos motivos, el medio ambiente se ve amenazado por estos restos que, además, por los materiales de los que están hechos (plásticos, metales y vidrios), tardan cientos o miles de años en desaparecer.
Por ello, y aprovechando que con nuestros alumnos del Ciclo Formativo recorren estos parajes durante la realización de las rutas guiadas (Parque Regional del Curso Medio del Rio Guadarrama, Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama), hemos emprendido un bonito proyecto que trata de no solo de limpiar en la medida de lo posible los caminos por los que pasamos, sino también se trabaja la concienciación, generando un sentimiento de respeto y cuidado por el medio ambiente desde la implicación, desde la acción y la participación, pues así es como se promueve el cambio real.
Así pues, en cada ruta de senderismo y de bici de montaña cada uno de los alumnos lleva consigo una bolsa de basura y a medida que se avanza en la ruta los alumnos van llenándola de basura que van encontrando. Es increíble, pero hay rutas en las que se acaban llenando hasta dos bolsas por alumno.
El proyecto tiene mucha aceptación, ya que la motivación llega al punto de ver quién es el que más ha recogido. De este modo no solo se recogen desperdicios del monte en zonas de muy difícil acceso, sino que se educa a futuros profesionales de la montaña en los valores del cuidado y limpieza de la misma.
Esta actividad se conoce como Plogging (la palabra plogging parece provenir del sueco, se obtiene de sumar dos términos: jogging (“correr”) y plocka upp, que en sueco significa “recoger”). Este movimiento nace en el año 2016 gracias a Erik Ahslström que pensó que en la vida, cuando algo no gusta no se puede esperar siempre a que los demás lo cambien. En ese momento, empezó a recoger la basura que encontraba por su ciudad (Estocolmo) mientras salía a correr. Pronto este comportamiento se expandió por Suecia y las redes sociales facilitaron que se extendiera aún más.
De momento, y en solo 15 rutas, calculamos que nuestros alumnos han limpiado del monte alrededor de 150 kg de basura como mínimo. Nuestro objetivo: llegar a 300 kg.